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10/12/25

Portobelo - Panamá

Portobelo fue una de las poblaciones más importantes de América durante la época virreinal y fue el puerto por el que pasó la mayoría de los barcos españoles con el quinto real (estuve atento a ver si encontraba algún tesoro, algún pecio, pero nada...). Portobelo se situa al norte del istmo de Panamá, en el Mar Caribe, a unos 50 km al este de la ciudad de Colón, desembocadura del Canal de Panamá. Desde aquí podíamos ver a lo lejos los buques que iban saliendo para cruzar el Atlántico.

Eloi celebrando el encendido del árbol de Navidad con los locales

La bahía de Portobelo fue descubierta por Cristóbal Colón en su cuarto viaje, el 2 de noviembre de 1502. Este lugar atrajo la atención de Colón por su ambiente natural y la inigualable belleza y seguridad que ofrecía. Por esta razón, la bautizó con el nombre de «Porto Bello». Sin duda alguna, el lugar es un paraíso. Es un espectáculo de la naturaleza. 

Solo a fines del siglo XVI los españoles la empezaron a utilizar como asentamiento poblacional reemplazando la ciudad de, Nombre de Dios, primer asentamiento en la América continental. 

De esta manera, la ciudad de Portobelo quedó fundada el 20 de marzo de 1597 por Francisco Velarde y Mercado, bajo el nombre original de San Felipe de Portobelo, en honor de Felipe II.

Gabriel en el Fuerte Batería de Santiago de la Gloria

Entre los siglos XVI y XVIII, Portobelo fue uno de los puertos más importantes de exportación de plata de Nueva Granada (Colombia), y uno de los puertos de salida de la Flota de Indias. El oro, procedente sobre todo del Perú, era trasportado en mulas a través del Camino Real de Cruces, entre la Ciudad de Panamá y el poblado de Venta de Cruces, continuando por el río Chagres mediante pequeñas embarcaciones, hasta llegar a Portobelo, en donde era embarcado hacia España. Cabe destacar que solo se transportó a la España peninsular, el 20% e incluso menos (el llamado «quinto real») de todo el oro y plata obtenidos, quedándose el 80% o más de todos esos metales en la propia América, para construcciones e infraestructuras de toda la América española.

Debido a la acumulación de mercancías y metales preciosos, Portobelo estuvo fortificada desde el principio. Es un magnífico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1980 bajo la denominación de las Fortificaciones de la costa Caribe de Panamá.

Portobelo fue objeto de diversos intentos de saquearla. El pirata Francis Drake murió de fiebre en la bahía de Portobelo, donde se supone que está enterrado. En 1601 fue saqueada por el bucanero William Parker y también en 1668 por el corsario Henry Morgan. Los británicos intentaron sin éxito bloquear el puerto de la ciudad entre 1726 y 1727 como parte de la guerra anglo-española de 1727-1729. Dicha acción se saldó con una derrota estrepitosa de los británicos provocando la caída del almirante Francis Hosier. El 21 de noviembre de 1739, el puerto fue capturado por el almirante inglés Edward Vernon. Este último saqueo dejó clara la vulnerabilidad del sistema de comercio español. 

Tras la exitosa captura de Portobelo en 1739, el almirante británico Edward Vernon se convirtió en un héroe nacional y, creyéndose invencible, dirigió sus fuerzas a un desastroso ataque contra Cartagena de Indias en 1741, que fue una humillante derrota para Gran Bretaña frente a las tropas españolas lideradas por Blas de Lezo, marcando el fin de la invasión y fortaleciendo el control español en América por décadas. 

Posteriormente en 1819 Portobelo fue invadida por el inglés Gregor MacGregor, siendo derrotado y expulsado por Alejandro de Hore con un ejército procedente de Panamá. 

Al año siguiente Panamá se independizaría de la Corona Española. La economía de Portobelo se resintió, no recuperándose hasta la construcción del canal de Panamá.

Me queda en el tintero hablar de la Cultura Congo, de los afrodescendientes, del esclavismo, los cimarrones, la manumisión (interesante exposición en el Museo de la Aduana de Portobelo)… pero este capítulo lo dejaremos para otra ocasión.

2/12/25

Maratón de Bogotá

Con un total de cuatro, este año ha sido el año en que más maratones he corrido.

El domingo corrí el maratón de mi ciudad, Bogotá... una experiencia única que no sé si repetiré, quizá sí. 
Es cierto que Bogotá nunca podrá ofrecer un circuito de records, pero no hay nada como correr en casa. Aunque esté a 2.600 msnm. ¡Qué duro!
En esta parte del mundo miran mucho para fuera, a Estados Unidos en particular. Yo con mi 3.24 me clasifiqué para Houston gracias a la compañía durante más de 20 kms de JJ y recibir la visita de mi familia.
A los corredores colombianos les fascina Boston... no sé que les regalan allí, entre los runners sólo se oye "clasifica para Boston". Curioso fenómeno este del maratón de Boston. 
Hasta lo que yo sé, en Colombia tienen el maratón de Medellín, el de Cali (que el año pasado celebró su primera edición) y el de Bogotá, en esta, su segunda edición. 
Espero que continúe esta cultura del deporte en el país y que arraigue y se consolide este gran reto del Maratón de Bogotá. Me encantó participar y ver el entusiasmo de todos, en especial de los organizadores. Enhorabuena y a seguir creciendo!

18/11/25

Salto de Tequendama - Santandercito

Cuenta la leyenda de los muiscas, que el dios Bochica, tras un fuerte diluvio, golpeó con un bastón una muralla de piedras, aliviando las aguas de la sabana de Cundinamarca y salvando Bacatá (antiguo Bogotá) de las inundaciones, creando de esta manera el Salto de Tequendama.

Esta cascada del río Bogotá es muy pintoresca, aunque sus aguas tienen un aspecto terrible... fruto de la contaminación. Algo huele a podrido en Dinamarca...

Este fin de semana estuvimos en Santadercito, un pueblito típico de Cundinamarca, con su "fama": su fruver, su panadería, su carnicería pestilente, sus paisanos... todo un poco mugriento excepto, por su entorno y su bonita iglesia, bien cuidad. 
Este pueblo a escasos 50 kms de Bogotá era más calentito por situarse a 1.600 msnm.

El fin de semana lo aprovechamos para parar a comer en la carretera a los pies del Salto de Tequendama, descansar en la naturaleza, bañarnos en la piscina y visitar con Eloi el Zoológico Santacruz, reminiscencia de los antiguos zoos como el de Valencia, donde vivía el pobre hipopótamo Braulio (resulta que se llama Raff).

La verdad, no quería irme de Colombia sin visitar este accidente geográfico.

11/11/25

Eje Cafetero

Este fin de semana aterrizamos en Pereira y estuvimos por los departamentos de Risaralda y Quindío. Nada mas llegar fuimos a Filandia, allí comimos y compramos algunas artesanías. Después de almorzar nos dirigimos a Montenegro, a la Hacienda donde nos alojábamos, la Finca-Hotel El Palmar. Un sitio fantástico donde nos atendieron super bien. ¡Cómo se agradece el calorcito y el cambio de aires! 

Siempre está bien salir de Bogotá.

Como curiosidad, probamos por primera vez el zapote, una fruta de la zona bastante curiosa.

El domingo fuimos a Pijao, una cittaslow, para hacer una excursión en jeep a un terreno en la montaña donde había palmas de cera del Quindío (Ceroxylon quindiuense), como en el valle de Cócora, pero en salvaje. Y al día siguiente, lunes, fuimos al Parque del Café, una especie de parque de atracciones, en el que el café es la escusa, ideal para ir con niños. 
El avión de vuelta se retrasó tres horas, pero no impidió que pasáramos un fin de semana magnífico.

7/10/25

A toro pasado

...voy con las memorias del verano y el comienzo del curso escolar.

Volvimos a Bretaña, concretamente a la Plage de Kerfontaine, muy cerquita de donde estuvimos el año pasado. Disfrutamos de un lugar incomparable, con los pieds dans l'eau, como les gusta decir a los franceses. 
Esta vez era literal. La casa estaba rodeada por el mar. En Bretaña con su belleza incomparable destacó la Île-d'Houat (tahitihouat).

Después fuimos a la España Celta, Galicia. Estuvimos dos semanas en Boiro (camino de Barbanza) y descubrimos el finisterre: Santiago, Castro de Baroña, O Grove, Sanxenso, Illa de Arousa, Orquesta Panorama... y mención especial para el pueblo de Corrubedo. Sin duda volveremos.

Y empezamos nuestro quinto año colombiano volviendo a las viejas rutinas y generando nuevas. Expertos expatriados, que no apátridas. 
Inicio de curso, nuevo colegio, nuevo trabajo... visita al jardín botánico de Bogotá, paseo por el parque Matarredonda y otro año más yendo a la Feria de Arte de Bogotá: ARTBO. 
Quería hacer mención especial a la galería R054 de San Juan de Puerto Rico. Me gustó mucho y me animó  a voler a la pintura. Dicen que cuando uno tiene más cosas entre manos el tiempo se multiplica. 
Espero que sea verdad.

23/6/25

Tolima en solitario

Pensat i fet! El miércoles me fui al Nevado del Tolima, a la aventura. Tolima exprés en 36 horas puerta a puerta. 

Cuando se me mete una idea en la cabeza es difícil sacármela. Soy cabezón, no sé si es virtud o defecto, quizá un poco las dos cosas. 

Total, para allí que me fui, armado con mi GPS y con el conocimiento de la ruta de una primera incursión, ocho meses atrás. 

La ruta sur es una vía abrupta y directa que pasa en 13 kms de los 2.500 metros de altura a los 5.220 metros pasando por los distintos pisos térmicos colombianos.

El timing fue el siguiente:

Salí de Bogotá el miércoles a las 5 am.

Llegué a Juntas a las 9 am (el puente del Río Combeima estaba obstruido por un derrumbe)… la primera en la frente. Aparqué y inconscientemente salí desde allí andando (quedaban 30 kms hasta el punto de inicio)… a la media hora empezaron a pasar vehículos, habían destapado el camino. Así que volví sobre mis pies para volver al coche.

A las 10.30 llegué a mi destino, la Finca El Silencio y comencé a caminar.

A las 15.30 llegaba al Campamento 4.000, ya en zona de páramo, feliz pero no con muy buenas sensaciones. Contento por haber llegado hasta ahí y haber superado la parte de selva. Comí sin hambre y monté la tienda... empezó a levantarse bastante viento, pero había un agradable sol que me daba en la cara. La cima estaba tapada. Tarde y noche en estado de letargo. Horas de espera.


A las 3.15 suena la alarma y para arriba tras intentar comer algo. 

A las 6 de la mañana tras llegar al mismo punto de la vez anterior, a 4.900 m. al pie del Cerro Negro. Decidí volver. No pintaba bien la parte alta, con nubes y con mucho viento. Tuve miedo al ir solo, tenía frío y pensé que era mejor una retirada a tiempo.

A las 11.30 estaba de regreso en el coche. Tardé cinco horas, bajando a toda máquina, con las consiguientes caídas, desde el pie del cerro negro (tres horas desde el campamento). Aún y todo, me dio tiempo de meterme en las termales del Rancho y limpiarme todo el barro del camino.

Llegué a casa a las 5 de la tarde del jueves.

La verdad es que esta experiencia en solitario me daba un poco de respeto. Para que mentir, salí de casa un poco acojonado, pero dispuesto a superar el reto. Y me doy por muy satisfecho con lo logrado.

El Tolima se resiste. ¡Volveremos!

10/6/25

Huaraz

Vacaciones en el Perú.

La primera etapa transcurrió en Lima, con motivo del maratón de la ciudad. En los pocos días que estuvimos conocimos su centro histórico y los barrios de Barranco y Miraflores.

Llegar al aeropuerto y ver el Huascarán

Cuando la gente habla de Lima siempre nombra su gastronomía: ceviches, tiraditos, causas... dimos buena cuenta de ellos.

Del centro histórico destacaré el Convento de San Francisco. El que tuvo, retuvo ¡Qué riqueza... vale un Perú!

La siguiente etapa de nuestras vacaciones era Huaraz, capital del Departamento de Áncash, a los pies de la Cordillera Blanca. Huaraz se encuentra a 3.100 metros de altura, en el Callejón de Huaylas, valle del Río Santa. 
Nos alojamos en el Lazy Dog Inn, 3.600 m., y desde allí hicimos varias excursiones a lagunas cercanas. Excursiones domingueras preceptivas, ideales para la aclimatación a nuestro gran objetivo: el Vallunaraju.

La primera incursión fue a la Laguna Llaca, 4.474 m., en la quebrada del mismo nombre. Salimos a pie desde el Lazy Dog y regresamos en menos de 6 horas. Al día siguiente hicimos otra ruta a la Laguna Churup y Churupita, a más de 4.450 m. el camino fue más corto que el día anterior, pero más directo.  

El tercer día aproveché e hice una salida en solitario adentrándome en la Quebrada Cojup para alcanzar la Laguna Palcacocha a 4.566 m. Salí desde el inicio del valle a 3.900 m. y recorrí sus 13 kms hasta la base de la laguna por una suave pista de tierra que a tramos se dejaba correr. Disfruté de la naturaleza, la soledad, el deporte, la aventura... ¡qué gozada! En la laguna Palcacocha me quedé 15 minutos extasiado contemplando el imponente paisaje: la pared del Palcaraju de 6.275 m. de altura. Los 25 kms totales de ida y vuelta los completé en tres horas y media a tiempo corrido. Qué bien aclimatado que estaba. ¡Fue genial!

VALLUNARAJU

Y por fin llegó el ansiado día de ascensión al Nevado Vallunaraju, 5.686 m. El domingo después de oir Misa de 10 en la Iglesia de la Soledad de Huaraz, subí con los guías al Lazy Dog Inn para recoger a Mélanie y despedirnos de los niños.

A las 12 empezamos a caminar desde la Quebrada Llaca y en dos horas llegábamos al CB, el campo de morrena, donde instalamos la tienda. Por la tarde a eso de las 5 durante más de una hora nos cayó una tremenda tormenta de truenos y relámpagos. Tuvimos bastante miedo.

De madrugada, a las 2 de la mañana nos levantamos, desayunamos y empezamos la subida al Valluna por el glaciar. La altura se notaba bastante pero íbamos muy bien aclimatados. A las 7 de la mañana hacíamos cumbre y a las 12 de la mañana, en menos de 24 horas, ya estábamos de vuelta con los niños.

¡Ya podemos decir que somos andinistas! Subir con ayuda fue genial, una experiencia super recomendable.

Al día siguiente del Valluna, para descansar, fuimos en taxi con los niños a la Laguna Wilcacocha, 3.745 m., en la Cordillera Negra. Justo enfrente. Desde este lugar se tiene una espectacular panorámica de toda la Cordillera Blanca.

El último día antes del regreso de las vacaciones volví a salir en solitario. Emulando a Mallory quise ir a las montañas de enfrente del hotel (¡porque están ahí!), montañas que tapaban la vista del Vallunaraju, para así poder contemplarlo de frente. 

Mi intención era pasar por la Laguna Aguak, laguna que había visto en un mapa y que no quedaba lejos, remontar el valle campo a través y llegar a los pies del Vallunaraju. A mitad de mi travesía me encontré con una senda perfectamente marcada y sin saberlo, tras tres horas de subida, me quede a las puertas del CB del Valluna accediendo desde otro valle. Al final alcancé la cota 4.900 a los pies del glaciar. Vi alguna laguna pero no la que buscaba, y como se me hacía tarde bajé para llegar a comer al hotel. Luego gracias al GPS del Garmin, vi lo que había hecho... interesante camino que a pesar de lo bien marcado que estaba no aparecía por ningún mapa!

¡Qué ganas de seguir investigando la zona! ¡Ojalá volver a la Cordillera Blanca! 

10/4/25

Volvimos a la Calera

Casi un año después he vuelto a la Calera, esta vez en solitario. Creo que este recorrido lo voy repetir más de una vez. Ideal para ganar en potencia!
Y seguimos con la tesis, y con las lecturas... y la lectura llama a la lectura. 

Esta vez van dos libros facilitos, amenos, de fácil lectura, como a mí me gustan. El primero de Omar Benitez, "Vueltas que da la vida", colección de historietas con moralina amable, que se deja leer. El segundo libro, regalo de mi 40, escrito a dos manos, de Ramos & Gorostidi, "La Guerra contra el F.L.A.N." una mezcla entre Torrente, el brazo tonto de la ley y Mortadelo y Filemón y sus aventuras con la T.I.A., bueno para echarse unas risas.   

Conociendo el Cauca: Popayán y el Volcán Puracé

Popayán, conocida como "la ciudad blanca" por el color de sus casas coloniales, fue fundada en 1537 por Sebastián de Belalcázar. 

Asunción de Popayán, nombre oficial, es una de las ciudades más antiguas y mejor conservadas de América con uno de los centros históricos coloniales más grandes del país con un total aproximado de 236 manzanas de sector histórico. Popayán es reconocida por su rica gastronomía caucana, una fusión de las culturas española, indígena y afrodescendiente y por sus procesiones de Semana Santa que se remontan al año 1556, convirtiéndose en la tradición latinoamericana más antigua.
Durante nuestra estancia estuvimos alojados en el antiguo claustro de la Iglesia de San Francisco, hoy convertido en hotel. Visitamos la Casa Museo Edgar Negret & Museo Iberoamericano de Arte Moderno, la Casa Museo Guillermo León Valencia y la Iglesia de San José. 
Todo queda muy a mano, así que también vimos el Puente del Humilladero y el Parque Caldas, plaza principal de la ciudad donde convergen todos los edificios principales y representativos de la ciudad como son la Catedral y la Torre del Reloj.

En el Museo Arquidiocesano de Arte Religioso, disfrutamos de la colección con obras muy influenciadas por la Escuela Quiteña, por su proximidad en los territorios de la Nueva Granada. Mención especial a las imágenes de las inmaculadas aladas. También estuvimos en el claustro de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (dominicos), actual Universidad del Cauca, de donde según reza un letrero han salido 16 presidentes de la República de Colombia, por eso esta universidad es conocida como cuna de presidentes.

En nuestras escapadas siempre nos gusta buscar el contacto con la naturaleza. En esta ocasión fuimos al Volcán Puracé, dentro del resguardo indígena. Salimos con el guía desde la Mina de Azufre "El Vinagre" y alcanzamos la altura de los 4.300 msnm. a los pies del Volcán. Fue una excursión sencilla, con los niños. 

Como siempre, impresionados por la riqueza natural y cultural del país y sus posibilidades en el desarrollo del sector turístico. Ojalá se democratice la naturaleza y crezca el interés en descubrirla y cuidarla. 

29/1/25

Yerbagüena (Oscuro brillante)

Hace unos días estuvimos en el Teatro Principal de Valencia asistiendo al espectáculo de Eva Yerbabuena, Yerbagüena (Oscuro brillante), una obra de danza contemporánea flamenca en donde la danza se mezclaba con la música en vivo y la iluminación para crear una atmósfera cargada de simbolismo.

14/1/25

Renaud Capuçon, Kian Soltani y Mao Fujita

El domingo 12 de enero fuimos a ver en el Palau de la Música de Valencia a RC, KS y MF, quienes interpretaron las siguientes dos obras:

Franz Schubert (1797-1828)
Trío para piano n.º 1 en si bemol mayor, D 898 (ca. 1828)

Johannes Brahms (1833-1897)
Trío para piano n.º 1 en si bemol mayor, op. 8 (1889)