La primavera pasada, el keniano Geoffrey Mutai, 29 años, el mayor de nueve hermanos, voló a Rotterdam para intentar batir el récord del mundo de maratón de Haile Gebrselassie, 2h03.59. Alcanzó el tramo final junto a su compatriota Patrick Makau. Esprintaron, y Mutai entró segundo, seis segundos más tarde que Makau, en 2h04.54.
Volvió a intentarlo de nuevo ese otoño, en Berlín, donde había logrado su marca Gebrselassie en 2008. También llegó al tramo final emparejado con Makau. También esprintaron. También perdió, aunque esa vez solo por dos segundos. Paró el crono en 2h05.10.
Esta primavera escogió correr los 42 kilómetros 195 metros en Boston, la prueba más antigua del mundo, que celebró ayer su edición 115. Se libraba así de Makau, su sombra de 2010, que había disputado un día antes la de Londres. No fue suficiente. Después de dos horas corriendo al límite, como no lo había hecho ningún hombre hasta entonces, llegó a los últimos 600 metros, ya en la calle Boylston, acompañado de otro keniano, Moses Mosop. De nuevo la incómoda costumbre del sprint con el cuerpo deshecho.
A la tercera le salió bien y rompió la cinta con cuatro segundos de ventaja sobre su nueva sombra, con la que había completado el mejor maratón de la historia. Mutai detuvo el crono en 2h03.02, 57 segundos menos que el gran Gebrselassie.
Pese al extraordinario vuelo sobre Boston de los kenianos, el etíope conservará por ahora su corona oficial. El circuito incumple dos de las normas de la IAAF para homologar las marcas: el desnivel neto es de más de 42 metros, y los puntos de la salida y la llegada a salida se encuentran separados en línea recta por más de 21 kilómetros.
Mutai, de nuevo a un pelo del todo, se queda sin parte de la gloria, aunque se echa al zurrón toda la plata. Además de 150.000 dólares por ganar la prueba y 25.000 por batir el récord de un circuito legendario e inválido, el keniano cobrará otros 50.000 dólares por haber sido el más rápido del mundo.
Y ojito con el Moses Mosop porque era debutante en la distancia. A ver cuanto dura este record. Mare meua. Se bajará algún día de las dos horas? No obstante, Haile simpre será Haile.
Muy interesante este enlace:
http://atletismo.lasprovincias.es/noticias/mutai-gana-maraton-boston-ya-es-cuarto-mas-rapido-historia
Ya decía yo que esa cara me sonaba.
Parece ser que correr no es cosa de cobardes sino de todo lo contrario. Parece algo más, una batalla llena de guerreros que la miran a los ojos, no todos resisten, no todos llegan tan lejos.
ResponderEliminarsólo hay que verles la cara para darse cuenta de que son guerreros... veo Mel q has llegado a la sabiduría de la comprensión
ResponderEliminar¿de verdad no se entiende nada de nada mi texto? jaja
ResponderEliminarbueno... los fragmentos sueltos xo no el sentido global. a veces pasa eso. saludos
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