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3/7/13

EL primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida - Philippe Delerm



El mismo cuadro en dos momentos y un fragmento del último libro leído
"Casi podríamos comer fuera. La frase llega siempre en el mismo instante. En el instante mismo de sentarse a la mesa, cuando parece que es demasiado tarde para convulsionar el tiempo, cuando la ensalada está ya puesta en el mantel. ¿Demasiado tarde? El futuro lo hacemos nosotros mismos. Tal vez la locura nos mueva a abalanzarnos fuera, a pasar febrilmente el trapo por la mesa del jardín, a proponer que la gente se ponga un jersey, a canalizar la ayuda que despliegan los demás con torpe jovialidad, idas y venidas contradictorias. O nos resignaremos a comer bien calentito -las sillas están demasiado mojadas, la hierba está tan alta...-
Pero tanto da. Lo que importa es el momento en que se pronuncia la frasecita. Casi podríamos... Qué grata es la vida en condicional, como en los juegos infantiles de antaño: Diríamos que tú estarías... Una vida inventada, que funciona a la inversa de la realidad. Una vida casi, con esa frescura al alcance de la mano Una fantasía modesta, consagrada a la degustación contrapuesta de los ritos domésticos. Un vientecillo de ponderada locura que lo cambia todo sin cambiar nada...
(...) Pero hay días en que se apresa el día en el flotante momento de los posibles, en el momento frágil de una honesta vacilación, sin orientar de antemano el astil de la balanza. Hay días en que uno casi podría."

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