Dicen que la primavera la sangre altera. Yo llevo alterado desde mi primera primavera (allá por los ochenta) y cada año peor, en progresión...
En los árboles de enfrente de mi casa brotan las primeras hojas. Estamos en un impasse, se huele en el ambiente, aquí en el norte está más claro el cambio de estaciones. En breve pasaremos de los árboles desnudos con sus amplios horizontes, grises, a un tupido muro verde.
Para celebrar este acontecimiento el domingo iré con Viktor a St. James Park. Dicen que está lleno de "daffodils", narcisos. Y es que aquí salen como setas. Los narcisos dan la bienvenida a una nueva primavera y el tiempo pasa... no estamos para autocontemplaciones, otros narcisos volverán.
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