Lo mejor de cada plaza. Directos de "hechuras clásicas" donde El Comandante nos brinda faenas con arte, verdad y entrega.
Maestría torera.
Maestría torera.
¡Qué directos! armónicos, redondos, mejorados con el paso de los años. Como el buen vino.
Y es que vuelvo a Calamaro... me ha vuelto a cautivar. Es bueno. Muy bueno.
Canela en rama, mel de romer, puturrú de fuá...
Hay que volver a los orígenes. Quizá sea una necesidad... brutal, vital. Como la vida misma.
Calamaro estuvo, está y estará.
Siempre.
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