No sé si ya lo he dicho, pero me encantan los Libros del Asteroide. Tienen un buen regusto costumbrista-realista que me engancha. Historias con verdad. Como esta:
Un bailarín flamenco, Juan Martínez, un Maestro. Qué estuvo allí. ¿Dónde? En la Rusia revolucionaria de 1917 atrapado con su compañera Sole y luchando por la supervivencia.
Una historia asombrosa e imparcial que da color a lo que los libros de historia cuentan.
El gran periodista sevillano Manuel Chaves Nogales conoció a Martínez en el París de 1930 y asombrado por las peripecias que éste le contó, decidió recogerlas en un libro. Por sus páginas desfilan artistas de la farándula, pródigos duques rusos, espías alemanes, chequistas asesinos y especuladores de distinta calaña.
Os dejo un fragmento amable de la novela:
Me quité el frac, me endosé la chupa, y acompañándome sólo con el castañeo de los dedos, me marqué delante de aquel tribunal de bolcheviques una farruca que estuvo muy bordada.
Se quedaron muy sorprendidos y sin saber a qué atenerse. El camarada presidente de la comisión depuradora se cogió la gorra de un puñado, y refregándosela con la pelambrera, sentenció un poco amoscado:
- No está mal.
Y se volvió hacia el secretario del tribunal diciendo:
- Martínez, contorsionista. Al circo.
Aquel bárbaro me había tomado por el hombre serpiente.
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