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29/9/23

Dulce Hogar - Dorothy Canfield Fisher

 -Amiga mía, no sabes lo que dices. Yo sería tan desastroso en las aulas como lo he sido en los almacenes. ¿Qué te hace pensar que en las universidades quieren profesores que adoren la literatura? Lo que quieren son profesores capaces de tener a los jóvenes sentados, bien quietos y escuchando, sin importar si vibran con lo que escuchan o no. Quieren a alguien capaz de "mantener el orden" y ejercitar a los alumnos en la memorización de datos para que puedan aprobar exámenes. ¡Yo no podría hacer eso! Detestaría meter con calzador la literatura a chicos y chicas que no quieren saber nada de ella, lo mismo que detestaría vender cosas a personas que no las necesitan.

11/9/23

Parque Ecológico Matarredonda

Este domingo visitamos un páramo cercano a Bogotá, ubicado dentro del Parque Ecológico Matarrendonda. Nos hizo un día frío y lluvioso y no íbamos muy bien preparados para el clima típico de esta zona. 

Hicimos una rápida caminata de hora y media en total (ida y vuelta por el mismo sitio) hasta la Laguna de Teusacá. El camino es bastante sencillo ya que transcurre por un Camino Real (empedrado).

Aunque nos hizo malo disfrutamos del paisaje entre neblinas que le deba al conjunto un aspecto solitario, apartado y misterioso. Justo lo que buscábamos. Creo que volveremos mejor equipados.

1/9/23

Indios Verdes

Turismo deportivo para correr el maratón en la octava capital más alta del mundo, Ciudad de México (2.240 msnm.). 
Este, mi vigesimoprimer maratón, lo había preparado con el tiempo justo, en un pensat i fet, con dos meses escasos, en el tórrido levante español. El resultado no ha sido el esperado, tampoco fue un desastre, pero tocó sufrir al final, quizá por falta de volumen en la preparación. 
En resumen, el peor maratón en términos de tiempo que he corrido hasta la fecha (3.18.47), peor incluso que mi debut (3.18.05), pero una experiencia de altura. ¡Quizá repitamos!
En esta segunda visita a Ciudad de México aprovechamos para visitar el Castillo de Chapultepec ubicado en el bosque del mismo nombre, también visitamos el Mercado de Coyoacán, con especialidades mexicanas muy proteicas, viscosas pero sabrosas. 
Coyoacán es uno de los barrios intelectuales y bohemios de la capital mexicana. Allí visitamos la Iglesia de San Juan Bautista, sita en el terreno que Hernán Cortés cedió a los frailes Franciscanos tras la conquista, un buen ejemplo de la belleza del barroco novohispano. 
El domingo, después del maratón, desayunamos en la Casa de los Azulejos, una de las más bellas joyas de la arquitectura civil del barroco novohispano. Posteriormente fuimos al Museo Nacional de Arte donde vimos una interesante exposición de Rodrigo Pimentel.
El lunes, aún con dolor de patas tras la maratón, fuimos a ver las Pirámides de Teotihuacán, uno de los mayores centros políticos, culturales, económicos y religiosos de Mesoamérica durante la época prehispánica. 
Teotihuacan fue uno de los centros urbanos más grandes del mundo antiguo, que llegó a concentrar una población mayor a los 100.000 habitantes en su momento de máximo esplendor. A continuación fuimos a visitar a la Virgen de Guadalupe en Tepeyac, cerca de los Indios Verdes.
El martes antes de nuestro regreso fui con Eloi al Museo de Arte Moderno, donde descubrí a Joy Laville, una pintora de colores pastel nacida en la isla de Wight que emigró a México en 1956, donde descubrió su vocación artística.