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12/10/12

Collvert

Mi legado después  de muchos años. Este cuadro y mucho más.



9/10/12

Varios

Y bien. Hoy simplemente un "varios".
Tenía en el tintero algunos libros que he leído:

Cada libro tiene su aquel:
El jugador, lo cogí por azar (jajaja), y porque era ruso y nunca había leído a ningún ruso. Y llegó el momento. Vi que el libro no era muy voluminoso, lo que siempre anima y me atreví pues. Entonces, pude comprobar con mis propios ojos todo lo que se suele decir de la literatura rusa, que si lo de la psicología rusa, que si la introspección de los personajes, que si tal, que si cual. Todo cierto. No dejó de ser una lectura un poco inquietante pero nada del otro mundo.
Pero para inquietante, inquietante, El Señor de las Moscas, buff que mal asunto. Un libro muy recomendable, ¡caray!, no he visto la película pero como si lo hubiera hecho. Uno de esos libros que te tienen en vilo. 
Con Noveceto, por el contrario, descansé y disfruté a la par. Esta obra teatral, fielmente llevada al cine con el nombre de la leyanda del pianista en el oceano, me hizo recordar la película, parecía que la estuviera volviendo a ver, parecía que estuviera releyendo el libro. Y es que ver y leer son la misma cosa. Digo yo.

Próxima entrada, unos cuadros.

7/10/12

Si no es para los dos ningun lugar te va a gustar

They came like swallows

Es te verano me he leído muchos libros... más de los acostumbrados la verdad. Entre ellos Vinieron como Golondrinas, literatura americana muy frecuente en la editorial Libros del Asteroide, también he leído en esta editorial Una temporada para silbar. Dos lecturas tranquilas, cotidianas, costumbristas, entreañables... qué se yo, si tubiera que elegir entre ambos me quedaba con el segundo. No obstante te dejo con un fragmento de las golondrinas.


Cuando Bunny era muy pequeño, a veces se despertaba de noche con la garganta seca y pedia que le dieran agua. Entonces oía a alguien tropezando y dando tumbos, y escuchaba el sonido de un grifo abierto en el cuarto de baño. El borde de un vaso le golpeaba los dientes. Bebía con sed y volvía a quedarse dormido… Hasta que una noche, de la oscuridad que le separaba del cuarto que había al otro lado del pasillo salió una voz que dijo: “¡Anda, ve tu mismo!” Por primera vez en su vida, Bunny cayó en la cuenta de que tenía un padre, y absolutamente atónito, hizo lo que se le pedía.

Un fragmento sugerente a mi parecer.

6/10/12

El regreso

¡Os tenía abandonados mis muy queridos y múltiples lectores! 
Ha pasado todo un verano y por h o por b no he publicado nada. No pasa res, tot menys apurarse.
Como los regresos no son sencillo empezaré por unas instantaneas de mi verano. Un verano diverso... 
Lo más exótico si se puede llamar así ha sido: Sevilla, Camino de Santiago y Monasterio del Pueyo. Todos sitios muy recomendables. 
Ale pues, a ver si me paso más por aquí... que es síntoma de salud y tiempo. Adeu.