Tenía en el tintero algunos libros que he leído:
- El jugador de Fiódor Dostoievski.
- Novecento de Alessandro Baricco.
- El señor de las moscas de William Golding.
El jugador, lo cogí por azar (jajaja), y porque era ruso y nunca había leído a ningún ruso. Y llegó el momento. Vi que el libro no era muy voluminoso, lo que siempre anima y me atreví pues. Entonces, pude comprobar con mis propios ojos todo lo que se suele decir de la literatura rusa, que si lo de la psicología rusa, que si la introspección de los personajes, que si tal, que si cual. Todo cierto. No dejó de ser una lectura un poco inquietante pero nada del otro mundo.
Pero para inquietante, inquietante, El Señor de las Moscas, buff que mal asunto. Un libro muy recomendable, ¡caray!, no he visto la película pero como si lo hubiera hecho. Uno de esos libros que te tienen en vilo.
Pero para inquietante, inquietante, El Señor de las Moscas, buff que mal asunto. Un libro muy recomendable, ¡caray!, no he visto la película pero como si lo hubiera hecho. Uno de esos libros que te tienen en vilo.
Con Noveceto, por el contrario, descansé y disfruté a la par. Esta obra teatral, fielmente llevada al cine con el nombre de la leyanda del pianista en el oceano, me hizo recordar la película, parecía que la estuviera volviendo a ver, parecía que estuviera releyendo el libro. Y es que ver y leer son la misma cosa. Digo yo.
Próxima entrada, unos cuadros.
Próxima entrada, unos cuadros.
2 comments:
No he leído ninguno de los libros que recomiendas, Fulk, pero qué buena forma de recomendarlos. Gran entrada, sigue así, gran Calamar.
Luis
Seguimos ahí. Per sempre amunt
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