El otro día creí haber sufrido un hurto.
Busqué y busqué este cuadro y no lo encontré por ningún lado. Y eso que no era pequeño.
Bien. Me hice a la idea de que me habían robado... y me sentí alagado: "por fin alguien aprecia mi arte", me dije.
Me creí un Van Gogh, un Munch, un que se yo, al que le roban las obras mas preciadas. Pero... ¡Oh decepción!, todo había sido una ilusión. Resulta que el presunto cuadro robado estaba detrás de otro cuadro y todas mis ilusiónes se esfumaron, la búsqueda y captura de tan acérrimo admirador y chorizo concluyeron en ese preciso momento, momento en que fui consciente de mi deseado engaño.
Parafraseando a Manolo García y Miguel Ríos diré que "me siento hoy como un Van Gogh herido por las flechas de la incertidumbre".
2 comments:
¡Que grande! En efecto, ojalá me robaran...
Mel tío, a vore si ens vegem!!
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