El 19 de abril, si no pasa nada extraño, estaremos en el Manchester Marathon corriendo contra el tiempo. Volviendo a intentar bajar esas difíciles tres horas. 02.59.59, un objetivo exacto, redondo, simbólico, intrascendente. Objetivo que espero lograr y repetir en casa.
A poco más de un mes empiezan a aparecer las primeras molestias, se van notando los kilómetros, un gemelo que se queja, el tendón, una ampolla... aparentes contrariedades que intentar minar los ánimos. No es novedad, hay que contar con ello. ¡Atento! Es en la adversidad cuando nos hacemos fuertes, cuando estamos logrando los objetivos propuestos. El día de la prueba sólo queda disfrutar del trabajo realizado.
Esta vez la preparación está siendo concienzuda y con bastante más margen que en el maratón de noviembre. Quedan cinco semanas, las de mayor carga. Semanas sumando kilómetros sin apenas descanso. Kilómetros que afronto con optimismo, plenamente convencido del éxito.
Os dejo con Héroes del Silencio, un clásico que me recuerda a mi hermano y al objetivo en común: Valencia 2015.... no se distinguir lo complicado de lo simple...
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