El año pasado estuve de espectador en el
London Marathon y me encantó.
Ver a los mejores corredores de la historia fue una experiencia inolvidable que este año no me quería perder. Así que allí estuve, una vez más. Disfrutando del evento un poquito más de cerca.
Adrián, de
carreras internacionales me pidió que le echara una mano con el grupo de treinta corredores que se trajo de Latinoamérica y no lo dudé ni un segundo.
El sábado pasé la noche en el hotel en el que se alojaban los corredores. Fue una buena idea ya que a las seis de la mañana había que estar desayunando y preparados para coger el autobús que nos llevaría la zona de salida. En el autobús me presenté a los corredores, había que ir poniendo caras a los integrantes del grupo, yo les estaría esperando en la meta y tenían que poder reconocerme. La gente estaba relativamente nerviosa en los momentos previos a la carrera, en la calle llovía, (hasta ahora todo normal). De camino al Greenwich hice de improvisado guía turístico: A mi izquierda Chelsea, más allá el Big Ben...
Querían saber el perfil del circuito y la ropa adecuada para una meteorología tan impredecible. Yo me hice el experto, miré al cielo cual Maldonado y los tranquilicé diciendo que no llovería. Por suerte acerté y a las ocho dejó de llover.
El maratón de Londres empezó en 1981 y aunque no es de los más antiguos, es uno de los seis
majors, uno de los grandes. Y sin lugar a dudas una carrera singular. Os dejo ahora con un poco de historia del maratón:
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Una carrera singular |
El maratón como prueba atlética tiene un origen mítico que se remonta a la Antigua Grecia.
En la ciudad de Maratón se libró una batalla entre los ejércitos griegos y persas.
Estos últimos fueron derrotados y por tal motivo, Filípides, un soldado griego corrió desde allí hasta Atenas para anunciar la victoria de los griegos. Llegó exhausto y cayó muerto por haber corrido tan larga distancia.
Es indudable que muchos sucesos históricos están teñidos de leyendas, de "agregados", con la finalidad embellecerlos. Heródoto hace referencia de la batalla de Maratón, pero de manera incomprensible apenas hace mención de la supuesta carrera de Filípides.
No obstante, a finales del siglo XIX, el historiador francés Michel Bréal propuso la creación de una carrera de fondo que llevara el nombre de la legendaria batalla: Maratón. Es por ello que la prueba se incluyó en los primeros juegos de Atenas 1896, inaugurados por el Barón Pierre de Coubertin, en honor al mito griego.
En estos primeros Juegos Olímpicos el gran héroe fue el ganador de la prueba de maratón, un vendedor de agua griego llamado Spiridon Louis, que fue seleccionado casi por obligación por un oficial del ejército griego. Al final de la carrera entró en solitario por la meta para delirio de sus compatriotas, salvando así el honor helénico, dado que fue el único triunfo griego en una prueba de atletismo en estos juegos.
La longitud moderna de 42.195 metros data de los Juegos Olímpicos de Londres 1908 donde la reina estableció, sin quererlo, esta distancia como la distancia oficial de la carrera de resistencia por antonomasia. Esta distancia es la que separa la ciudad inglesa de Windsor del estadio White City de Londres. Los últimos metros fueron añadidos para que la final tuviera lugar frente al palco presidencial del estadio. La distancia quedó establecida definitivamente como única oficial en el congreso de la IAAF celebrado en Ginebra en 1921, antes de los Juegos Olímpicos de París 1924.
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La élite calentando antes de la carrera |
Y volviendo a la carrera del domingo:
Como decía, London is different, por la densidad de correrdores, talento y por el público.
Nos encontramos en los momentos previos a la carrera.
Después de dejar en meta a los corredores me dirijo a la zona del warming up para sacar algunas fotos y saludar a la élite. Todo un lujo.
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La despedida de Paula |
Alli pude ver a pocos metros a corredoras de la talla de Paula Radcliff, record del mundo desde el año 2003, que se despedía de Londres en su última maratón como profesional; a la élite española representada en Alessandra Aguilar y el gran Javier Guerra que quedó séptimo, siendo el primer blanco en meta; y a los recientes
"worldrecordholders" Dennis Kimetto y Wilson Kipsang.
This is priceless.
El año que viene espero participar del London Marathon desde dentro y disfrutar de todo su ambiente. Con el 2:57:19 de Manchester me aseguré un plaza dentro del grupo de Good for Ages.
Hay que aprovechar esta oportunidad, el maratón siempre es una buena escusa para quedarme un año más... y quien sabe.
Nuevos proyectos a la vista.