Ocurrió como con Santiago Nasar, se veía venir.
Probablemente mi primera y última London Marathon, quien sabe. Ha sido una experiencia muy interesante, en todos los sentidos. De todo se aprende.
La pena es que no fuera mi día, antes de empezar lo intuía, pero lo peleé con ilusión hasta el 32, momento en el que choqué con el muro de mi estómago y de mi cabeza. Te faltan las fuerzas para mantener el ritmo y empiezas a perder segundos... te pasan muchas ideas por la cabeza y hay que tomar decisiones. Decidí llegar tranquilamente y disfrutar los últimos kilómetros pegado al Támesis sabiéndome un privilegiado por poder estar allí. Puse buena cara, como Gordon y acabé en 3.05.
Así que deseché toda lamentación, cero dramas, siempre smile... habrá ocasiones para mejorar la marca en casa, con la afición local.
Después del maratón aproveché para estar con los amigos y la familia. Estuve en Keslton, en Netherhall, en The Cedars... el martes volví a correr por Hampstead Heath, por Regents Park, rescatando de la memoria lugares conocidos.
Me quedan muchas cosas por contar, ha sido un viaje intenso, el próximo me lo tomaré con más calma, seguro. Get Ready!
0 comments:
Publicar un comentario